Tal parece que Lily Allen busca consuelo en otros brazos a falta de los distantes e imposibles de la estrella de la saga de Harry Potter, Rupert Grint. Y es que la cantante inglesa volvió a meterse en problemas el jueves por la noche, en un club nocturno londinense al ingresar al baño de hombres con el cantante de Razorlight Johnny Borrell y el actor Noel Fielding.
La intérprete de Smile se pasó gran parte de la noche bebiendo y, para ahogar las penas, se fue con sus amigos al baño de hombres. El hecho despertó las sospechas de los guardias de seguridad que, cordialmente, la invitaron a retirarse del lugar.
"Siendo justo con ella, se lo tomó bastante bien. Estaba muy borracha y le dijo a los agentes que se había cambiado el sexo", aseguró el encargado del toilette. En tanto, Johnny salió del baño gritando: "No me toquen, simplemente no me toquen!".(Fuente).
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